Libro Uno : Manada Nay
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Libro Uno : Manada Nay
por Narrador Sáb Jun 24, 2017 11:03 am
PERSONAJES
Manada Nay.Zeyka – lobo blanco con la espalda gris (Alfa)
Orion – lobo negro (Beta) (lion)
Wren – lobo gris (Delta) (wiihj)
Lakela – loba artica (Cuidadora) (blue)
Flower – Loba ártica de ojos ámbar (Cuidadora)
Nara – loba café (Niñera) (yo)
Liron – lobo blanco con la cabeza de color café (Gamma)
Mille – Color dorado con una mancha blanca en su espalda (Centinela)
Luli – Color marrón con varias cicatrices (Centinela)
Rey – Color blanco con manchas negras (Scout)
Misty – Loba de color crema y de hermosos ojos azules (Scout)
Jay – Color gris con manchas grises azuladas (Scout)
Siok – lobo blanco con manchas grises (Omega)
Kory ¬- (Personaje principal) Color blanco (Omega)
Luna – Loba negra tricolor (Loba en embarazo)
Mey – Lobo negro con el hocico blanco de vejez (Anciano)
otros
Copernicus - Lobo de montañas (Copi)
Sam – Husky Siberiano.
Noa – Loba mexicana solitaria.
Narrador- Hola
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 27/08/2016 -
Re: Libro Uno : Manada Nay
por Narrador Sáb Jun 24, 2017 11:04 am
C A P I T U L O U N O
Era atardecer, el sol descendía sin deprisa, una pequeña mancha blanca caminaba lentamente en una arboleda, y esa mancha era un lobo blanco de unos hermosos ojos azules como el agua, estaba perdido, des localizado, no sabía en donde pisaba, estaba asustado por si de pronto alguien lo atacara, tenía mucha hambre y se notaba que estaba herido, tenía ganas de comerse un gran alce, pero estaba demasiado débil, sus pobres músculos desgatados ya no servían para nada.
Siguió caminando hasta que hizo una pausa, empezó a olfatear el cielo y el suelo, se sentía un olor concentrado a marcas olorosas de otros lobos, y se dio cuenta que ya estaba pisando en un territorio que ya le pertenecía a alguien, no quería meterse en problemas, así que decidió irse a otro lado, pero minutos después de haberse marchado a otro lugar, el olor aún seguía en sus fosas nasales, y se dio cuenta que aún seguía pisando un territorio ya tomado.
Y en el peor momento, sintió que algo lo empujó hacia el duro suelo irregular, soltó un aullido de sorpresa y del dolor, se sentía mareado después de eso, su vista se veía desenfocada, pero segundos después, ya pudo ver con claridad, pero los mareos aun persistían, trató de torcer el cuello para ver quién era el que lo empujó.
Un lobo de color gris lo inmovilizaba tomándolo del cuello cuando el lobo blanco lo había visto, gruñía con su vista clavada hacía él.
─ ¿Quién eres tú y por qué estás aquí, pisando MI territorio? ─preguntó el canino gris.
El albino no podía ni siquiera respirar bien, porque estaba tomado del cuello, el lobo gris al darse cuenta de que no era capaz de hablar por su acción, liberó su pata del cuello y lo dejó que se parase y hablara.
Él se levantó penosamente y apenas pudo hablar.
─M-Mi nombre es Kory ─dijo él, respirando por la boca ─ estoy aquí porque no sé dónde estoy, y lo lamento por haber pisado tu t-territorio.
─Mi nombre es Wren y tú iras conmigo.
Caminaban en la arboleda, Wren solo sabía el camino hacia donde él se dirigía, unos pasos después, vio un gran campo, ya no había más árboles, lo único que vio fue que habían unos lobos, que después unos segundos, se voltearon, digiriéndose hacía él y a Wren, Kory estaba nervioso, el lobo gris lo animó para que caminara hacía él, cada pisada era insegura, se encogía los hombros mientras veía a los lobos, Wren se dirigió hacia una pequeña cueva, había un lobo que parecía que estaba durmiendo, pero con un sonido que el lobo gris emitió, el gran lobo torció su cuello para ver a los dos, después de un rato se paró y se fue hacia ellos.
─ ¿Quién eres y por qué estás aquí? ─dijo el lobo.
─Yo ya le he preguntado lo mismo, él se llama Kory y. . .
El canino lo interrumpió: ─¡Le he dicho a él, no a ti!
Wren se enmudeció, arrugando su hocico.
Mientras ellos hablaban, una loba blanca veía desde una larga distancia de cinco zorros de longitud.
─ ¿Su nombre es “Kory”?, debe ser hermoso. . .
Siguió caminando hasta que hizo una pausa, empezó a olfatear el cielo y el suelo, se sentía un olor concentrado a marcas olorosas de otros lobos, y se dio cuenta que ya estaba pisando en un territorio que ya le pertenecía a alguien, no quería meterse en problemas, así que decidió irse a otro lado, pero minutos después de haberse marchado a otro lugar, el olor aún seguía en sus fosas nasales, y se dio cuenta que aún seguía pisando un territorio ya tomado.
Y en el peor momento, sintió que algo lo empujó hacia el duro suelo irregular, soltó un aullido de sorpresa y del dolor, se sentía mareado después de eso, su vista se veía desenfocada, pero segundos después, ya pudo ver con claridad, pero los mareos aun persistían, trató de torcer el cuello para ver quién era el que lo empujó.
Un lobo de color gris lo inmovilizaba tomándolo del cuello cuando el lobo blanco lo había visto, gruñía con su vista clavada hacía él.
─ ¿Quién eres tú y por qué estás aquí, pisando MI territorio? ─preguntó el canino gris.
El albino no podía ni siquiera respirar bien, porque estaba tomado del cuello, el lobo gris al darse cuenta de que no era capaz de hablar por su acción, liberó su pata del cuello y lo dejó que se parase y hablara.
Él se levantó penosamente y apenas pudo hablar.
─M-Mi nombre es Kory ─dijo él, respirando por la boca ─ estoy aquí porque no sé dónde estoy, y lo lamento por haber pisado tu t-territorio.
─Mi nombre es Wren y tú iras conmigo.
Caminaban en la arboleda, Wren solo sabía el camino hacia donde él se dirigía, unos pasos después, vio un gran campo, ya no había más árboles, lo único que vio fue que habían unos lobos, que después unos segundos, se voltearon, digiriéndose hacía él y a Wren, Kory estaba nervioso, el lobo gris lo animó para que caminara hacía él, cada pisada era insegura, se encogía los hombros mientras veía a los lobos, Wren se dirigió hacia una pequeña cueva, había un lobo que parecía que estaba durmiendo, pero con un sonido que el lobo gris emitió, el gran lobo torció su cuello para ver a los dos, después de un rato se paró y se fue hacia ellos.
─ ¿Quién eres y por qué estás aquí? ─dijo el lobo.
─Yo ya le he preguntado lo mismo, él se llama Kory y. . .
El canino lo interrumpió: ─¡Le he dicho a él, no a ti!
Wren se enmudeció, arrugando su hocico.
Mientras ellos hablaban, una loba blanca veía desde una larga distancia de cinco zorros de longitud.
─ ¿Su nombre es “Kory”?, debe ser hermoso. . .
Narrador- Hola
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 27/08/2016 -
Re: Libro Uno : Manada Nay
por Narrador Sáb Jun 24, 2017 11:05 am
C A P I T U L O 2
─Wren, te puedes irte.
El lobo gris se retiró de la guarida, dejando un poco de polvo, Kory veía como Wren se dirigía hacia una hermosa loba blanca y empezaban a mimarse y encariñarse entre sí, no fue hasta un momento que el lobo blanco con la espalda gris lo interrumpió, quitándole los pensamientos.
─ ¿Así que tú quieres estar en esta manada? ─preguntó el gran lobo, mirándolo a sus ojos.
─B-Bueno, puede que sí. . .
El alfa se paró y se retiró de la pequeña y estrecha guarida, cuando ya estaba a dos zorros de distancia de Kory, movió su cola, indicándole de que lo siguiera, el lobo blanco le hizo caso, parándose y siguiendo los pasos del gran alfa, vio la cantidad de luz a pesar de que ya estaba atardeciendo, el cielo se tornaba de un tono morado y naranja, Kory jamás había visto un cielo así antes, después de un rato, desvió su vista hacia el alfa.
Notó que todos los lobos de su alrededor lo veían, Kory se ponía realmente nervioso, siguió hacia el alfa hasta que se detuvo, el lobo blanco y gris lo veía con sus ojos azules como el hielo, todos los lobos empezaron a reunirse, todos estaban murmurando mientras que Kory, en su corazón y su mente deseaba que no le pasara nada malo a él mismo.
─Si tú deseas ser parte de la manada, Kory, tendrás que ganar tu orgullo, tu fuerza, tu valentía y tu honor hacía mí, demostrándome en una pelea ─alzó la voz, que en la cual, sus miembros lo escucharan.
─ ¿C-Con quien pelearé? ─murmuró el canino blanco.
─Contra mí ─dijo el alfa.
Empezó a temblar y su pelaje se erizó desde su cabeza hasta la punta de su cola, él estaba cansado y débil como para pelear, más con un lobo grande y fuerte, sería más que obvio que el alfa le ganaría, empezó a sentir mareos y murmuras se activaban y se oían por todo el campamento, tenía ganas de vomitar, no sabía que era lo que le estaba pasando.
─Y-Yo. . . la verdad estoy débil y cansado, no soy capaz de luchar con este estado ─dijo el lobo albino, alzando la voz con sus pocas fuerzas qué tenía.
De repente, el alfa gruñó, se veía molesto y hostil, pero luego de un momento, se calmó y sus garras estaban envainadas, éste dijo:
─Está bien, podrás descansar, pero mañana, quiero que pelees contra mí, todos mis miembros de mi manada de estarán vigilando, ¿me escuchaste?, no quiero que le hagas nada a mi manada ni nada de eso.
─E-Entendido. . .
El alfa se retiró hacia su guarida, Kory estaba a punto de caer al suelo del cansancio, hasta que llegó una hermosa loba blanca a sujetarlo, Kory encontró su equilibrio, luego, observó a la hermosa loba blanca, Kory, rápidamente se enamoró de ella.
─Hola, mi nombre es Lakela, soy la cuidadora de esta manada, sígame.
Lakela se dirigió hacia guarida, casi cubierta de zarzos, arbustos y hojas caídas, era parecida a la de la guarida del alfa, pero esta vez, un poco más grande y espacioso, Kory decidió seguirla, al entrar, vio que unos cuantos lobos estaban ahí dentro, unos 2 recostados en el suelo y los demás estaban sentados y charlando, Lakela se sentó hacia el claro de la guarida, Kory dio unos cuantos pasos hacia ella y se sentó.
─Yo te cuidaré, ya que te veo muy débil y herido, bueno, yo no sé curar. . . pero si se cuidar a los lobos y saber que cuanto es la gravedad de la herida, recuéstate aquí, en este lecho musgoso.
El albino le hizo caso y se recostó hacia un musgo, y levantó su pata trasera herida, la cuidadora observaba la pata detenidamente, hasta que le pidió que bajara su pata.
─Tu pata está bien, puede que esté muy herida, pero se podrá curar ─murmuró Lakela con una voz suave y profunda.
─ ¿Tú la podrás curar? ─preguntó Kory.
Lakela movió su cabeza hacia los lados levemente: ─Ya te he dicho que no, no soy capaz de curar una pata, él único que sabe curar algo, es el tiempo, el tiempo cura.
─ ¿El tiempo. . . cura? ─repitió Kory.
Luego, llegó un lobo y le susurró algo a Lakela, la cuidadora, pero luego entendió que no se trataba sobre él, Lakela asintió y se fue junto con el lobo, dejando solo a Kory, él veía donde se iba, salió de la guarida, dejando su rastro oloroso.
De nuevo, Kory se sentía incómodo, se recostó, apoyando su cabeza en sus patas, estaba totalmente aburrido, miraba a su alrededor, todos estaban conversando, y algunos estaban durmiendo, se dio cuenta de que la noche estaba reinando el cielo, la luna se colgaba en lo más alto del cielo y las lunas parecían pequeñas piedritas luminosas.
Entonces, vio a Wren conversando con una loba blanca, pero la loba blanca no era Lakela, si no otra.
─ ¡Hey, Wren! ─llamó Kory.
Wren volteó su cuello para mirar a Kory.
─ ¿Tú...? estoy ocupado en algo, así que no me molestes.
─De acuerdo. . .
Tendría que esperar hasta el amanecer para poder luchar contra el alfa y así dejarlo que viva en la manada.
─Wren, te puedes irte.
El lobo gris se retiró de la guarida, dejando un poco de polvo, Kory veía como Wren se dirigía hacia una hermosa loba blanca y empezaban a mimarse y encariñarse entre sí, no fue hasta un momento que el lobo blanco con la espalda gris lo interrumpió, quitándole los pensamientos.
─ ¿Así que tú quieres estar en esta manada? ─preguntó el gran lobo, mirándolo a sus ojos.
─B-Bueno, puede que sí. . .
El alfa se paró y se retiró de la pequeña y estrecha guarida, cuando ya estaba a dos zorros de distancia de Kory, movió su cola, indicándole de que lo siguiera, el lobo blanco le hizo caso, parándose y siguiendo los pasos del gran alfa, vio la cantidad de luz a pesar de que ya estaba atardeciendo, el cielo se tornaba de un tono morado y naranja, Kory jamás había visto un cielo así antes, después de un rato, desvió su vista hacia el alfa.
Notó que todos los lobos de su alrededor lo veían, Kory se ponía realmente nervioso, siguió hacia el alfa hasta que se detuvo, el lobo blanco y gris lo veía con sus ojos azules como el hielo, todos los lobos empezaron a reunirse, todos estaban murmurando mientras que Kory, en su corazón y su mente deseaba que no le pasara nada malo a él mismo.
─Si tú deseas ser parte de la manada, Kory, tendrás que ganar tu orgullo, tu fuerza, tu valentía y tu honor hacía mí, demostrándome en una pelea ─alzó la voz, que en la cual, sus miembros lo escucharan.
─ ¿C-Con quien pelearé? ─murmuró el canino blanco.
─Contra mí ─dijo el alfa.
Empezó a temblar y su pelaje se erizó desde su cabeza hasta la punta de su cola, él estaba cansado y débil como para pelear, más con un lobo grande y fuerte, sería más que obvio que el alfa le ganaría, empezó a sentir mareos y murmuras se activaban y se oían por todo el campamento, tenía ganas de vomitar, no sabía que era lo que le estaba pasando.
─Y-Yo. . . la verdad estoy débil y cansado, no soy capaz de luchar con este estado ─dijo el lobo albino, alzando la voz con sus pocas fuerzas qué tenía.
De repente, el alfa gruñó, se veía molesto y hostil, pero luego de un momento, se calmó y sus garras estaban envainadas, éste dijo:
─Está bien, podrás descansar, pero mañana, quiero que pelees contra mí, todos mis miembros de mi manada de estarán vigilando, ¿me escuchaste?, no quiero que le hagas nada a mi manada ni nada de eso.
─E-Entendido. . .
El alfa se retiró hacia su guarida, Kory estaba a punto de caer al suelo del cansancio, hasta que llegó una hermosa loba blanca a sujetarlo, Kory encontró su equilibrio, luego, observó a la hermosa loba blanca, Kory, rápidamente se enamoró de ella.
─Hola, mi nombre es Lakela, soy la cuidadora de esta manada, sígame.
Lakela se dirigió hacia guarida, casi cubierta de zarzos, arbustos y hojas caídas, era parecida a la de la guarida del alfa, pero esta vez, un poco más grande y espacioso, Kory decidió seguirla, al entrar, vio que unos cuantos lobos estaban ahí dentro, unos 2 recostados en el suelo y los demás estaban sentados y charlando, Lakela se sentó hacia el claro de la guarida, Kory dio unos cuantos pasos hacia ella y se sentó.
─Yo te cuidaré, ya que te veo muy débil y herido, bueno, yo no sé curar. . . pero si se cuidar a los lobos y saber que cuanto es la gravedad de la herida, recuéstate aquí, en este lecho musgoso.
El albino le hizo caso y se recostó hacia un musgo, y levantó su pata trasera herida, la cuidadora observaba la pata detenidamente, hasta que le pidió que bajara su pata.
─Tu pata está bien, puede que esté muy herida, pero se podrá curar ─murmuró Lakela con una voz suave y profunda.
─ ¿Tú la podrás curar? ─preguntó Kory.
Lakela movió su cabeza hacia los lados levemente: ─Ya te he dicho que no, no soy capaz de curar una pata, él único que sabe curar algo, es el tiempo, el tiempo cura.
─ ¿El tiempo. . . cura? ─repitió Kory.
Luego, llegó un lobo y le susurró algo a Lakela, la cuidadora, pero luego entendió que no se trataba sobre él, Lakela asintió y se fue junto con el lobo, dejando solo a Kory, él veía donde se iba, salió de la guarida, dejando su rastro oloroso.
De nuevo, Kory se sentía incómodo, se recostó, apoyando su cabeza en sus patas, estaba totalmente aburrido, miraba a su alrededor, todos estaban conversando, y algunos estaban durmiendo, se dio cuenta de que la noche estaba reinando el cielo, la luna se colgaba en lo más alto del cielo y las lunas parecían pequeñas piedritas luminosas.
Entonces, vio a Wren conversando con una loba blanca, pero la loba blanca no era Lakela, si no otra.
─ ¡Hey, Wren! ─llamó Kory.
Wren volteó su cuello para mirar a Kory.
─ ¿Tú...? estoy ocupado en algo, así que no me molestes.
─De acuerdo. . .
Tendría que esperar hasta el amanecer para poder luchar contra el alfa y así dejarlo que viva en la manada.
Narrador- Hola
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